Por fin podemos dar rienda suelta a este gran trabajo, Bohemian Colours una editorial que enamora. Tras meses de planificación, organización, diseño, reuniones, correos, mensajes, risas, nervios, ilusiones llegó el día, que tuvimos que posponer por la inesperada visita de la nieve, y es que quería ser protagonista pero no era bienvenida en esta ocasión (tal vez en otra).
Agradecer con todo mi corazón y me quedo corta, el apoyo, el «Sí», el trabajo, la predisposición de todos y cada uno de los profesionales que han participado en esta editorial, pues es suya, sin ellos,sin sólo uno de ellos, nada podría haber sido igual.
Mi cariño, respeto, admiración y eterno agradecimiento a este conjunto de grandísimas personas.
Y ahora os dejo un pequeño aperitivo de «Bohemian Colours»
El amor no hace distinciones, ni el lugar de procedencia, ni el habla, ni la clase social han sido fronteras para su manifestación, pero no hay que llevar la memoria muy lejos para saber que los condicionamientos sociales han separado grandes amores en la historia, ya sólo es él y sus protagonistas los que finalmente den cuenta de su fuerza.
Apariencias.
Las apariencias son lo que fuertemente marcan el devenir de nuestros dos protagonistas, Isabel y Arturo, ella belleza pura con esos rasgos tan característicos del sur, se muestran sus raíces de casta y poderío que sólo corre por las venas de aquellos tocados por la gracia y el salero, por el arte del flamenco, en sus ojos, viva expresión de la fuerza y el duende, encandilan a cualquiera que la ve, a la vez la dulzura de sus gestos y su estatus de “señorita” hacen que Arturo se prende de ella, algo inalcanzable en un primer momento, su humildad y su carácter amable unido a la rudeza de su oficio, como mozo en la casa de los padres de Isabel, su fuerza e ímpetu, su determinación se topan con una correspondencia en ese amor que se asemejaba imposible, y que poco a poco y mediante misivas clandestinas ha conseguido alimentar y hacer crecer en ella.
Valores.
La valentía, el coraje y la determinación de la pareja hacen que, a escondidas maduren ese amor que a todas se verá frenado por las apariencias, los reproches, las separaciones forzadas y las imposiciones.
En su cortijo de la sierra, en un enclave único rodeado de montañas, donde los colores son el alma, la esencia y el estandarte, donde el tiempo se ha detenido y se mire donde se mire la belleza de la naturaleza se mimetiza con la arquitectura del lugar, donde la roca es la materia sobre la que se sustenta todo y con la que se forja la vida, esa tierra roja, esa arenisca que la luz se encarga de tornar en diferentes momentos en suaves anaranjados, granates o potentes carmesí es testigo mudo de un amor que puede con el paso del tiempo, de los obstáculos y crece, como una pequeña llama para crear una hoguera que arrase con los convencionalismos.
La dulzura de ambos, su fuerza y arrojo harán que pese a todo el amor triunfe.
Lo que de verdad importa.
Finalmente los lujos no dejan de ser eso, materiales que adornan una vida donde el estar juntos es la meta y objetivo común.
Arturo, desde sus orígenes humildes teje un entramado para hacer que Isabel, a la que nunca le han faltado aderezos, esté colmada, consigue no sin esfuerzo pedir su mano y conseguirla, y aun con la renuncia de los muchos lujos en el horizonte, acaban por formalizar su unión y emprender una vida en común donde el amor es capaz de solventar las futuras carencias.
Una historia atemporal, muy conocida a lo largo de los siglos en todas las culturas y ámbitos se hace hoy más presente y viva en un marco incomparable, un lugar que pareciese alejado de todo, donde la naturaleza avanza sobre todo y crea un efecto visual único, un lugar donde la tierra es roja, el verde de los árboles contrapone la belleza y el cielo azul confiere una atmósfera que relaja y pareciese se detuviese el tiempo, ese tiempo que nosotros hemos querido se mueva entre épocas sin realmente decantarse por ninguna, con estilismos marcados en maquillajes y peluquerías a la vez que la historia transcurre, que escenifican el paso del tiempo en los protagonistas sin encasillarlos en un único momento histórico, conjugando perfectamente tejidos y texturas en los diseños de Laura Escribano, modelando sobre nuestra protagonista aportándole un aire bohemio y a la vez rural, elegancia y belleza atemporal tan a la moda de hace un siglo como en la propia actualidad, un estilo y carácter marcado por las telas antiguas y encajes recuperados que le aportan esa elegancia y fuerza, que encajan perfectamente en cuerpos con fuerza y garra y que hacen del conjunto un todo en cualquier momento, en cualquier estación, en cualquier lugar.
Lo que nos caracteriza.
Son los complementos los que a su vez caracterizan los diferentes instantes de nuestra historia, los suaves lazos de terciopelo acarician la juventud, con organzas suaves y finas puntillas para dar paso al impulso y la garra de la sangre que corre por las venas de ella, y donde las raíces salen a la hora de ayudar y tomar las riendas de situaciones, donde el trabajo en conjunto marca los momentos previos a iniciar oficialmente una vida en común, una vida marcada por el trabajo en el campo, el sol y el sacrificio para acabar más reposada, con aderezos de una mujer ya casada, con toques que muestran el aplaque de la fuerte pasión y la garra, para ver con cariño y dulzura un futuro donde ambos son el centro para el otro.
Según avancéis es vais a ver que Bohemian Colours es una editorial que enamora.
De niña a mujer.
Isabel en la intimidad de su alcoba releyendo las cartas que durante tiempo le ha remitido Arturo, recordando sus momento juntos y embelesada en su anillo de compromiso que con tanto esfuerzo y cariño le ha entregad él.
Top lencero Jane, es un antiguo cubre corsé en el que se ha restaurado la parte del encaje y las cintas. El diseño está confeccionado completamente de algodón con unas pequeñas “lorzas” para esculpir mejor el cuerpo. Jane se remata con un maravilloso bordado antiguo con motivos florales y cintas de raso. Todo en un blanco roto y con tejidos de finales del siglo XIX, y top lencero Anna, en tul de algodón con encaje de aplicación tipo tambour, cierre delantero realizado con Valenciennes de hilo de seda color crudo, al igual que los tirantes y el cinturón, de finales del S. XIX y enagua de organza antigua con jaretas. Todo de Laura Escribano.
Su futuro, su espacio.
Arturo, en su pequeña casa, escribiendo una de sus numerosas cartas a Isabel, y preparando en su pequeña caja de cerillas a modo de caja, su anillo de compromiso.
Él realizando sus trabajos como mozo de cuadra de los padres de su amada.
El camino juntos.
Campos de la serranía de camino a la ceremonia que les unirá como marido y mujer.
Isabel. Vestido Zambra, momento ceremonia, vestido único realizado con un antiguo canesú de 1920 de red y aplicaciones de flores y hojas de ganchillo. Falda de bámbula de seda lavada con bordados en tonos crudos y blancos rotos.
Complementos, pendientes realizados a mano alargados y florales de El Taller de Bagatela en tono burdeos.
Arturo. Con traje de ceremonia en negro de El Ganso con botines de ante en avellana.
La boda.
La ceremonia se realiza en el lavadero del pueblo, espacio reducido, íntimo y familiar donde se conjugan todas las fuerzas, tierra roja de las rocas que configuran las construcción, la tierra en su versión más natural con los espartos y la corona de paja adornada en tonos verdes y burdeos, el agua que fluye desde los manaderos de la montaña, fuego en las velas de atrezzo, el aire de la caía de la tarde y el amor de ambos que es el nexo de unión.
Ella con vestido Zambra con complementos de sombrero cordobés tocado con flores y elementos en dorados, burdeos y verdes, y zapatos de Salo Madrid en terciopelo verde.
La vida de casados.
Isabel y Arturo, en la casa de éste adaptan el festín de su boda para dos, humilde pero copioso, sencillo pero elegante, ella aportará a su nueva vida elementos heredados de su familia, él el amor y el calor del hogar que juntos van a compartir.
Isabel vestida con camisa de seda antigua con encaje recuperado de los años 40 del S.XX y falda de plumeti. Tocado de El Taller de Bagatela asemejando una peineta en metal y esmaltes en negro, y alpargatas de Lisa Lopez.
Arturo vestido con pantalón traje en negro de El ganso y chaqueta de lana en cuadros escoceses de El Ganso.
• Diseño y Organización. Las Cosas del Querer (@lascosasdelquererwp)
• Estilismos ella. Laura Escribano (@lauraescribanoatelier)
• Estilismos él. El Ganso (@elgansoinsta)
• MUAH. Paula Guzman (@ppaulaguzman) www.paula-guzman.com
• Fotografía. Miriam Asensio (@miriamasensiofotografia)
• Tocados. El Taller de Bagatela (@eltallerdebagatela)
• Pendientes. El Taller de Bagatela (@eltallerdebagatela) y Amabe Spain (@amabe_spain)
• Zapatos. Salo Madrid (@salo_madrid)
• Alpargatas. Lisa Lopez (@lisalopez.es)
• Floristería. La Floristería de Esther (@lafloristeriadeesther)
• Anillos. Beiner Joyeros (@beinerjoyeros)
• Pastelería creativa. Acaramelada (@acalamelada_com)
• Ella. María Carbonel (@mariacarbonell16)
• Él. Gonzalo Arribas (@gonzaloriaza7)
• Espacio. Apartamentos La Dehesilla. Madriguera (Segovia) (https://plus.google.com/+CasasRuralesLaDehesilla_GuiaGPS)
• Atrezzo La Cartuja de Sevilla
• Papelería A Flor de Piel (@a_flor_de_piel.afdp)
Es es Bohemian Colours. Una editorial que enamora.