Un complemento indispensable hasta hace poco tiempo para una novia era el uso del velo.

Las novias llevan velo como parte de su atuendo de boda principalmente para demostrar pureza.

El velo fue inventado originalmente por los paganos para alejar los malos espíritus que podrían tratar de quitar la pureza de la novia, ésta se simboliza a través del uso del velo y ha ido pasando de generación en generación a través las costumbres y tradiciones de la religión judía y la religión cristiana.

El uso del velo se remonta a los antiguos imperios griegos y romanos, siendo estos de colores muy vivos (amarillos, rojos…) debido a que dichos colores eran amuleto y simbología de protección de la novia a los ojos del novio. Asimismo el velo impedía ver a la novia antes de la boda considerándose que si el novio no cumplía con este requisito traería mala suerte a su matrimonio.

En la actualidad el velo ha perdido su simbolismo religioso mirándose más como un complemento del vestido de la novia, un complemento que puede ensalzar aún más el estilismo elegido y en ocasiones, una mala elección puede dar al traste con el vestido más maravilloso del mundo.

La elección del velo, y su uso, es muy importante, se ha de tener en cuenta la forma del rostro, la tela del vestido, el diseño del mismo y la estatura de la novia, entre algún que otro detalle.

Hoy en día el velo puede estar confeccionado en diversas telas como el chantilly, la blonda, gasa, organiza, tul, en cada una de sus diferentes texturas y grosores, los colores van del blanco al hueso, pasando por el rosa palo, azul pastel, verde Mint,….. la paleta de colores es inmensa.

Hay varios tipos de velos, cuya elección puede ir derivada desde la forma de ceremonia, al vestido, los colores del mismo, el protocolo, la forma de la cara, el cuerpo de la novia….

Tipos de velos:

Velo Capilla

Es uno de los más tradicionales, es largo y simula cola al ser esté más largo que el vestido, su caída sobre el rostro adelgaza facciones, por lo que es ideal para novias con rostros redondos. Sí este velo se compone de dos capas la primera cubriría el rostro de la novia, y la cara posterior será la que acariciara el suelo, en caso de ser de una sola capa la parte frontal no existiría.

Velo Catedral

El largo se inicia a mitad de la cabeza, donde se prenderá con horquillas, pasadores, tocados, broches…., llegando a ser entre dos metros y dos metros y medio, queda ideal para novias con rostros cuadrados pues su forma suaviza las líneas de la cara y aporta sofisticación al vestido de novia.

Velo Vals.

O waltz, es un velo realizado en una sola capa y de largura hasta casi el tobillo, su nombre proviene de la comodidad para poder bailar el vals.

Mantilla.

Suele ser de tul o encaje, se extiende desde lo alto de la cabeza hasta los codos o un poquito más, suele estar prendido con una peineta de diferentes tamaños y materiales. Este velo deja el rostro despejado quedando perfectamente en novias cuyo rostro sea forma de triángulo. Tanto el velo como los complementos de agarre y prendido del mismo suelen equilibrar el rostro de la novia.

Velo corto.

Es un velo sencillo y de una sola capa, que cae por detrás a la altura de los omóplatos. En caso de que esté velo este compuesto por varias capas de tul se le suele llamar velo electrizado. Su uso es casi exclusivo para novias muy atrevidas.

Velo blusher.

Es un velo sencillo usar, no supera la altura de los hombros y en la parte delantera llega hasta justo debajo de la barbilla, para este velo el vestido ha de ser escotado. El uso de este velo sirve para cualquier tipo de mujer evitando a ser posible aquellas que tengan los rostros redondos o muy grandes.

Velo francés.

Es  un velo para novias retro o que huyen de convencionalismos, es pequeño y se prende con horquillas o pequeñas peinetas a un lado de la cara cayendo de manera asimétrica y cubriendo únicamente los ojos. Suele ser de red de tul o malla, tules finos, de una o dos capas siendo un velo muy seductor.

Velo de puntas al codo.

Oconocido como elbow, es un velo ideal para novias con rostros ovalados. Su largo no supera la altura de los codos o la cintura, sujetándose el mismo detrás del peinado a mitad de la cabeza. No es un velo muy recomendable para novias con orejas muy grandes y sobresalientes pues deja el rostro totalmente al descubierto.

Velo de puntas al dedo.

Es un velo ligero y que llega hasta la altura de la cadera de la novia. No se aconseja en mujeres de piernas muy cortas y formas redondeadas pues acortarían aún más su figura.

Velo tipo fuente.

También conocido como capa, el más conocido y tradicional. Se recoge en la coronilla, en la zona de la cara, si es que cuenta con ella es más corto. Su forma y volumen queda perfecto en el vestidos de novia strapless. Es romántico y se adapta a cualquier tipo de mujer.