Resulta complicado apostar por el buen rollo y la felicidad cuando sabes que hay miles de personas pasándolo mal, enfermos y perdiendo a sus seres queridos sin poder acompañarlos, y mi ejercicio mental para este post es enorme, así que voy a tirar de corazón, de lo que me caracteriza, no voy a buscar vender más, ni «comeros el coco», voy a ser yo al 2000 %.
En las bodas siempre hablamos de sentimientos, es el amor, el más grande de ellos, el que provoca legar a un día tan mágico, es vuestra felicidad y compartirla con familia y amigos a tope es nuestra máxima, al menos yo, en mi empresa, esa es la filosofía, y me consta que la gran mayoría de los que participamos con vosotros ese día buscan lo mismo, es más, me aventuro a que muchos de nosotros, los participantes mientras trabajamos a veces la vocación nos hace olvidarnos de que vivimos de esto.
Detrás de lo profesionales de las bodas hay personas.
Es donde quiero llegar, quiero haceros ver que detrás de un nombre, una marca, un logotipo y muchas publicaciones super bonitas en redes sociales hay PERSONAS.
He tenido la suerte estos años de toparme con todo tipo de profesionales de las bodas, porque hay de todo como en botica, los hay muy enfocados a una carrera profesional, a tener muchos clientes y ser más pragmáticos y les hay más viscerales, que cuando les he conocido he detectado a la legua que están aquí por devoción, esos que su pasión la han convertido en su medio de vida y por desgracia.
La mayoría de ellos subsisten en este mundo a base de pelear pero nunca eclipsar o tapar, siempre apoyándonos, siempre siendo «legales», nunca evitando que otros contraten los servicios de otros, haciendo equipo de verdad y valorando el trabajo de cada uno para hacer que el gran engranaje de vuestra boda sea como un reloj suizo y funcione a la perfección, porque cuando trabajas con personas que te valoran, que ponen en valor tu parcela, eso se nota en las bodas muchísimo.
Dicen que cuando un trabajo te gusta no es trabajo es placer, pues a eso me refiero, esos que saben de qué va este trabajo, cuales la parcela de cada uno, que entienden y empatizan con cada persona/profesional que participa en una boda, se nota en el resultado.
Yo soy de corazón, soy de frente y por desgracia me he topado con cosas que no me han gustado, que agradezco para valorar de verdad aquellas personas que viven de esto pero no pisan a los demás, que ayudan de verdad y que son buenas, sinceramente, os recomiendo encarecidamente que escojáis este último tipo de profesionales, los que son PERSONAS, los que de verdad van a aportarte esa felicidad.
¿Cómo puedes saber quien es así y quien no?
Creo que todos tenemos un sexto sentido para este tipo de situaciones, esa «espina» que te da cuando hablas con ellos, si ves naturalidad, sinceridad, y cuando te habla de su trabajo se iluminan los ojos, ese es, quédate con ese feeling especial, ese que te hace sentir a gusto, ese que notas que es una persona detrás de ese logotipo, esa marca (también te puede servir su manera de hablar en sus publicaciones), y sobre todo, se ve si valoran o no al resto de profesionales que participan en tu boda, ¿cómo?, es algo básico y os lo voy a explicar con un ejemplo:
A mi me encanta la fotografía, es más, me he hecho cursos, he invertido en una cámara profesional con su variedad de objetivos…. pero cuando trabajo me dedico a lo mío, no me pongo a hacer las fotos (ni en pre, ni en la boda, ni en la post-boda), y procuro hacerle más fácil al fotógrafo o videógrafo su trabajo, desde mucho antes preguntando qué necesita para ese día, en comunicación constante de cómo puedo ayudarlo, si le he de coger algún material o di quieren que les coloque las cosas de una manera especial, y sobre todo, le doy su sitio y hablo de su trabajo cuando muestro el mío.
De esto va mi post de hoy, de las PERSONAS que han decidido trabajar para haceros felices, para participar en uno de los días más importantes de vuestras vidas, de esas personas que hacen que nunca olvidéis ese momento, esos momentos únicos, y de hablaros desde el corazón al pediros que en estos momentos complicados, en estos momentos extraños.
La felicidad en tiempos del covid-19 es para nosotros vuestra confianza, vuestro aplazar no cancelar, vuestra empatía como lo es la nuestra con vosotros, porque ahora todos pasamos por duros momentos, unos más que otros pues no todos tenemos unas facturaciones de vértigo, es más, si de normal es imposible vivir sólo de esto y hemos de compaginar otras labores para poder vivir y seguir poniendo toda nuestra alma en vuestras bodas, ahora se agrava todo y haceros felices, ayudaros a pasar estos días, escuchándoos, animándoos, trabajando para vosotros, aportando ideas, ideando vuestro gran día, ayudando a mover fechas, es una gran recompensa en varios sentidos, a nivel moral porque es lo que siempre hacemos, ayudaros a ser más felices y a nivel personal porque dentro de lo malo, vemos que hacer nuestro trabajo merece la pena, que sirve de algo de verdad.
Agradeceros mucho la confianza a aquellos que habéis contado en el pasado con mi trabajo, a aquellos que estamos inmersos en vuestros preparativos a pesar de la incertidumbre del momento, y aquellos que se han visto desbordados y han querido saber en qué os puedo ayudar en este momento, hayáis o no decidido que os acompañe hasta el final pues habéis visto que os aclaraba el camino con unos consejos que de verdad me han salido del corazón y vosotros sabéis que de manera altruista y sincera.
Son momentos extraños, la felicidad en tiempos del covid-19 es algo difícil de ver, pero está ahí, y estamos para ayudaros a seguir bebiendo de ella.